Cultura: resumen del grupo de trabajo

Buenas prácticas

La sesión comenzó con una llamada a la definición de problemas, oportunidades, proyectos y estrategias que están siguiendo los centros de conocimiento en cuanto a la interacción entre contenidos, público y participación.

A grandes rasgos, los proyectos comentados tienen vocación de aumentar la participación de las personas llevándola más allá de la simple interacción o simple acceso al contenido digitalizado.

La vía para conseguirlo es muy diversa:
• mejor digitalización de contenidos digitales culturales (imagen, audio, video)
• creación de propuestas activas con los usuarios
• interconexión de repositorios de conocimiento

Se considera que la participación corresponde a una conducta activa que permite al público comprender mucho mejor lo que se pretende comunicar en un contexto artístico o científico.

Se planteó una doble estrategia: utilizar los contenidos como palanca para conseguir atraer al público a los centros y alternativamente aprovechar la experiencia de visita a los centros para generar otras actividades de tipo online.

Se entiende que la existencia de iniciativas y tecnologías online es una gran palanca para hacer llegar la cultura a muchas personas que de otra manera no tendrían acceso a ella (en este sentido se pusieron como ejemplo diversas iniciativas relacionadas con la música).

Problemáticas actuales

En cuanto a la posibilidad de distribución de contenido artístico y cultural, la gestión del copyright se identifica como una función muy limitante para el tipo de acciones y actividades que se podrían realizar. La propia actitud de artistas y creadores a veces también está muy dirigida a la restricción de uso de la obra creada.

La relación entre calidad de la presentación y medio también se discutió como un posible problema en cuanto a la merma de impulso para iniciar procesos de participación, el debate no se resolvió pero en general había una apreciación positiva de hecho de abrir a la participación.

Sí se detectaba que esto afectaba a diversos aspectos de la formación y preparación de los profesionales de la cultura, ello se podía entender como una necesidad de nuevos perfiles profesionales o, más bien, una nueva capacidad de trabajar en colaboración.

Esto conlleva otro tipo de repercusiones, que tienen que ver con la manera en que se enfocan los sistemas de información y la informática en este tipo de instituciones. Así, se pudo constatar que la falta de interoperabilidad entre sistemas de diversas instituciones era un problema.

A nivel de cada institución, falta una visión integral de los sistemas de información. Es decir, no existe ni la estrategia, ni la organización, ni el apoyo desde las respectivas direcciones sobre la importancia de desarrollar una aproximación integral a las tecnologías de la información dentro de cada institución. Digamos que predomina una percepción anticuada del papel de la tecnología y de los sistemas de informacón dentro de las instituciones. Esto repercute también en la dificultad de compartir contenidos o de interconectar sistemas e iniciativas.

Relacionado con ello está el hecho de que no se concibe la herramienta tecnológica como un aspecto a ser apropiado también por los profesionales de estas instituciones. En este sentido, hubo una discusión sobre las herramientas abiertas y su valor intrínseco de apropiación y facilitación de la colaboración.

Se plantearon otros retos desde el punto de vista de instituciones más centradas en la difusión de la ciencia, donde se remarcó que la problemática era cómo aprovechar las tecnologías digitales y las posibilidades de participación para así replantearse las actividades básicas de divulgación y para explorar nuevos formatos. Se apuntó, en ese sentido, que hay una gran oportunidad para abrir ámbitos de investigación en los propios mecanismos de divulgación científica.

Lo que funciona o podría funcionar

Se destaca como positivo el hecho de que la irrupción de las tecnologías digitales y sus procesos permite un replanteamiento a fondo de las formas de operar de las instituciones culturales. En este sentido, en general, se reciben como una buena oportunidad.

La figura de “centro de conocimiento” se evalúa positivamente como un mecanismo que permite ampliar y explorar nuevas funciones y objetivos dentro del sector cultural. Es decir, para las instituciones es un mecanismo para poder realizar proyectos e iniciativas más relacionados con la tecnología y con las personas.

Algunos de los participantes están experimentando con una mayor implicación con los ususarios en el replanteamiento de los sus proyectos, entrando en una lógica de living labs. Consideran que esto les está yendo muy bien y que les permite cumplir mucho mejor su función.

El encuentro permitió identificar dificultades y oportunidades comunes en el ámbito del arte, y la ciencia, encontrando puntos de contacto muy claros. En este sentido se valoró positivamente que a raíz de estas sesiones se puedan generar nuevos encuentros para poner problemas y oportunidades en comun.

Lo que se podría hacer

Se identificaron algunas posibles acciones a realizar pero sin entrar en un debate muy amplio respecto a ámbitos de actuación mucho más allá del área de trabajo o de influencia de las instituciones.

Lo que sí se detectó es que existe la posibilidad de funcionar como instituciones de una manera muy diferente, más colaborativa y creando posibilidades más abiertas y dinámicas que podrían cambiar el concepto de institución cultural o museo. A modo de ejemplo se comentó que no sería imposible crear un almacén físico y/o virtual como repositorio de contenidos, a partir del cual las iniciativas expositivas o divulgativas podrían tener otra dinámica.

Algunas acciones posibles:

  • A nivel de acción de gobierno se comentó la necesidad de revisar completamente todo el marco legal que atañe a la propiedad intelectual y el copyright.
  • Se detectó también que muchas de las entidades tienen una estructura de apoyo que se centra en las mismas instituciones públicas y que algunos de los problemas que se podrían resolver  mediante proyectos conjuntos podrían hacerse si hubiera la decisión de facilitarlo por parte de las instituciones.
  • En cuanto al apoyo tecnológico, se considera que tiene valor trabajar en código libre pero sobre todo tiene valor fomentar los mecanismos de interoperabilidad entre sistemas de información propios y de diferentes instituciones que puedan colaborar y trabajar en red.
  • Crear una cultura de colaboración entre instituciones se considera importante y una forma de salir de las dificultades y bloqueos actuales, compartiendo conocimiento. Se mencionaron algunas posibilidades de creación de plataformas dirigidas a este objetivo, como serian los mercados de ideas.
  • En suma, se identificó la necesidad y posibilidad de colaboración, compartición de conocimiento, trabajo en red e investigación de los procesos propios de difusión cultural y científica como las líneas a seguir.
  • Al respecto se valoró la necesidad de tener un punto neutro tanto de exploración como de encuentro y compartición de conocimiento, y que sería interesante que se iniciara esta posibilidad.

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